A lo
largo de la historia, la Iglesia se ha encontrado con muchos tópicos
relacionados con su labor y su financiación. Esto es debido, fundamentalmente,
a una profunda desinformación. Conoce los mitos más repetidos:
El Estado Español paga cada año miles de
millones de euros a la Iglesia Católica:
Es
frecuente escuchar esta afirmación que muestra a la Iglesia como receptora de
innumerables beneficios y cantidades de dinero, pero lo cierto es que no tiene
ninguna asignación en los Presupuestos Generales del Estado desde 2007. A
partir de ese año, el Estado Español y la Santa Sede acordaron que la Iglesia
recibiera el 0,7% de los impuestos de aquellos que quisieran marcar la casilla
destinada a ese fin en la Declaración de la Renta, un ejercicio totalmente
libre y voluntario.
La Iglesia recibe 11.000 millones de euros
al año:
De
la Declaración de la Renta que realizamos todos los contribuyentes en el año
2016 (del ejercicio 2015), la Iglesia ha recibido algo más de 249 millones de
euros. Este dinero es el resultado del 0,7% de los impuestos de aquellos que
marcan la casilla de la Iglesia en su Declaración de la Renta. Por tanto, el
dinero que la Iglesia recibe por esta vía depende totalmente de la coyuntura
económica. De hecho, lo que ha sucedido en estos años de crisis es que, a pesar
de haber aumentado el número de X a favor de la Iglesia, ha disminuido el
dinero recibido.
La Iglesia católica y sus privilegios:
Muchos
creen que la Iglesia goza de grandes privilegios en España, pero por mucho que
se repita no es cierto porque no hay ningún régimen fiscal especial o único
para la Iglesia, sino que está sujeta a la Ley de Mecenazgo (Ley 49/2002) por
la que también se regulan todas las ONGs y otras asociaciones, fundaciones,
instituciones y otras confesiones religiosas. Por ejemplo, el pago del IBI
(Impuesto de Bienes Inmuebles) está regulado por la Ley de Mecenazgo, que
considera que muchas instituciones, asociaciones o fundaciones son beneficiosas
para la sociedad por la labor que desarrollan y, por tanto, el Estado las
incentiva para que puedan seguir realizando su cometido. Entre estas
instituciones se encuentra la Iglesia, pero también otras entidades no
lucrativas, como ONGs, las comunidades hebreas y musulmanas, el Museo del
Prado, la SGAE, los sindicatos, las sedes de los partidos políticos, las
federaciones deportivas, etc.
Solo el 2% del dinero de la Iglesia va a
parar a Cáritas:
Lo
que muchos desconocen es que Cáritas y la Iglesia son lo mismo. Cerca del 65%
del dinero de Cáritas procede de la Iglesia, fruto de las colectas que se
realizan en los donativos, en las parroquias, las suscripciones, etc. Este
dinero aparece en la Memoria Económica de Cáritas como “Fondos Privados” para
diferenciarlos de los “Fondos públicos”. Por tanto, la financiación de Cáritas
procede en gran parte de los bolsillos de los católicos y de gente que
voluntariamente decide colaborar con la Iglesia. Y como resultado, más de 5
millones de personas se han visto beneficiadas con su ayuda.
Todo el dinero de la X a favor de la
Iglesia va a parar a los curas:
El
dinero que corresponde del 0,7% de los impuestos de aquellos que marcan
libremente la casilla de la Iglesia en la Declaración de la Renta lo recibe la
Conferencia Episcopal y es repartido entre las 69 diócesis españolas y el
Arzobispado castrense, con el fin de poder continuar desarrollando sus actividades:
acción evangelizadora y misionera, la labor caritativa y social, el
mantenimiento y restauración de las parroquias y los templos, la celebración de
los sacramentos y el sostenimiento de los sacerdotes.
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