La
realización del Reino de Dios se hizo presente en cada uno de los gestos que
realizó Jesús a lo largo de toda su vida. Una de esas obras son los milagros.
La predicación de Jesús iba siempre acompañada de acciones para hacer el bien a
todos los que estaban a su lado, sobre todo a los más necesitados como eran los
pobres y los enfermos. Con ellos realizó multitud de signos y milagros.
Los evangelios describieron de esta forma
a Jesús: “Jesús de Nazaret fue el hombre a quien Dios acreditó ante vosotros
con los milagros, prodigios y señales que realizó por medio de él entre
vosotros, como bien sabéis” (Hch 2, 22).
Los milagros son los sinos del Reino de Dios. Con la realización de los milagros, Jesús nos está haciendo ver que el Reino de Dios se está realizando. Es decir, que el desorden y todos los males que introdujo el pecado van a terminar y se va a instaurar de nuevo el orden que Dios había establecido en la creación. Con Jesús se inaugura un nuevo orden de cosas, una nueva creación. Vistos así, los milagros son “signos” del Reino, el cumplimiento de los bienes prometidos por los profetas. El tiempo se ha cumplido. Jesús demuestra con su vida que se está realizando lo que decía el profeta Isaías. Esta es la respuesta de Jesús a los que le preguntaban si Él era el mesías: “Id y contad a Juan lo que oís y veis: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la humanidad” (Mt 11, 4-5).
Los milagros nos invitan a creer en
Jesús (Jn 10,38), se realizan en aquellos que tienen fe en Él (Mt 5,25-34), no
son actos mágicos que busquen la fama, el hacerse rico o el prestigio y lo que
persiguen es la liberación de la esclavitud (Lc 19,8), de la enfermedad y la
muerte (Mt 11,5) y sobre todo de la esclavitud del pecado, que es la raíz de
todos los males. “Yo os aseguro que todo el que comete pecado es esclavo del
pecado. (…) Por eso, si el Hijo os da la libertad, seréis verdaderamente libres
“ (Jn 8,34-36). Por eso la victoria de
Jesús sobre el mal que le asedia al hombre es el comienzo del fin del reino del
maligno y el anticipo de la victoria de los justos que se realizará plenamente
al final de los tiempos.
Pero los milagros, aunque tienen su
origen en Jesús, no terminan con Él, ya que el poder y la gracia de Dios
permaneció en sus discípulos cuando éstos recibieron el Espíritu Santo.
Los milagros son la proclamación de la
justicia divina y el grito de alegría de todos los que esperaban y esperan
verse libres de toda clase de males (Mt 8,25; Lc 14,30), de los demonios (Lc
8,36), de la muerte.
Para
profundizar:
- SOPA DE LETRAS MILAGROS.
- ACTIVIDAD SOBRE LOS MILAGROS.
- TRABAJO PARA PROFUNDIZAR SOBRE LOS MILAGROS.
- VÍDEOS:
- ACTIVIDAD SOBRE LOS MILAGROS.
- TRABAJO PARA PROFUNDIZAR SOBRE LOS MILAGROS.
- VÍDEOS:
BUENISIMO ¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarESTAN MUY BUENAS LAS ACTIVIDADES
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