EL RINCÓN DE FERNY

domingo, 19 de julio de 2020

LA LABOR SOCIAL DE LA IGLESIA EN ESPAÑA. SOLIDARIOS POR EL BIEN COMÚN: NUEVOS POBRES. PROGRAMA OCHO.


El programa de TRECE, Solidarios por un bien común, se ha centrado, en un programa anterior, en los seis millones de personas que viven al límite de la pobreza en España. La Iglesia, a través de Cáritas y otras entidades, ayuda a quienes viven al límite de la marginalidad a salir de la espiral de la deuda.

Todos los días nos cruzamos con miles de personas por la calle, en el trabajo, en el ascensor, y no nos damos cuenta que muchas de ellas pueden estar pasando por dificultades graves. Seis millones de personas viven al límite en España: algunos de los motivos principales son el empleo precario e insuficiente y la imposibilidad de acceder y mantener una vivienda debido a los altos precios del alquiler.

Tener un empleo ya no es sinónimo de poder vivir: el 12% de la población que está trabajando en España vive en situación de exclusión social. La Iglesia, a través de Caritas Diocesana u otras de sus instituciones acompaña a muchas de estas personas en su lucha diaria.

Desde el ejemplo de Madrid, el programa, hace visible un problema que está más cerca de nosotros, de lo podemos pensar.

Miles de personas deben elegir entre pagar un alquiler o hacer la compra. “Las familias que acompañamos son personas que siguen ancladas a la crisis, con trabajos precarios, una vivienda en condiciones de higiene inadecuadas, pobreza energética, no hay oferta de vivienda pública suficiente, no hay alquileres acordes a economías precarias, no hay empleos o salarios que permitan que una familia salga de la espiral de la deuda. Hay una tormenta perfecta que mantiene una parte de la sociedad, la más fragilizada, en exclusión severa”.

A todos ellos, la entidad les ofrece dos tipos de ayuda: “una ayuda material y otra profesional, en la que acompañamos a la persona reforzando sus debilidades y fomentando sus fortalezas” subraya Rosalía. “Procuramos acertar cuáles son las debilidades y a partir de allí hacemos un plan de acompañamiento” nos cuenta Rosalía que añade que, “para las personas que son expulsadas de su vivienda, contamos con alojamientos temporales en los que hay un gran porcentaje de mujeres solas con hijos”.

Desde Cáritas, se denuncia, ante los poderes públicos, la situación de un millón de personas que tiene problemas de alojamiento. Nuestro objetivo es que, para ellos, acceder a la vivienda no suponga ver cercenados sus derechos.

También, muchas de sus familias no pueden encender la calefacción cada invierno porque no tienen recursos suficientes para pagar la factura. Laura trabaja con Cáritas y afirma que “las principales necesidades son el tema laboral porque hay muy poca oferta, el tema formativo, y otra de las dificultades es el tema de los suministros”.

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