EL RINCÓN DE FERNY

lunes, 8 de junio de 2020

LA LABOR SOCIAL DE LA IGLESIA EN ESPAÑA. SOLIDARIOS POR EL BIEN COMÚN: ADICCIONES. PROGRAMA CINCO.


A través de diez capítulos la iglesia vemos la vida de las personas con menos recursos migrantes, enfermos, ancianos, personas con discapacidad...y cómo son acompañadas de manera humilde y callada por distintas instituciones eclesiales. Se muestra cómo trabaja la Iglesia con los colectivos más vulnerables. Cada capítulo dura unos de treinta minutos.
Los periodistas Laura Negro, Asell Sánchez-Vicente y Pedro del Castillo, se trasladaron durante los meses pasados a diferentes lugares de España para contar de primera mano el trabajo de distintas instituciones eclesiales con personas en situación de exclusión o pobreza.
Durante esta pandemia del coronavirus que tanto nos atenaza, las residencias de ancianos han sido las más golpeadas. Sin embargo, hay más de 800 centros dedicados a los ancianos y proyectos de la Iglesia que con mucho esfuerzo y sacrificio intentan combatir otro problema social, la soledad. Una labor que “solidarios por el bien común” ha abordado en el tercer episodio. Un programa que nos hace ver cómo la Iglesia está detrás de cada uno de nosotros, hasta en los momentos y en las edades más complicadas.
Cada año crece en España el número de personas adictas al alcohol y a las drogas, pero también a otras dependencias como las apuestas o la pornografía. La Iglesia está preocupada por este problema y busca soluciones acogiendo, integrando y ayudando a este tipo de personas que tienen y sufren adicciones.
Durante el programa conocemos a José Manuel Horcajo, un sacerdote que, desde su parroquia, San Ramón Nonato en el Puente de Vallecas, dirige diferentes proyectos sociales que abordan estos temas.
A través de 40 proyectos, la parroquia San Ramón Nonato ofrece atención social, familiar y espiritual. “Va todo unido – explica José Manuel- porque hasta que no se les devuelve la confianza en sí mismos, el ánimo y la dignidad no se puede hacer nada, y eso se hace por la vía espiritual”.

El Comedor Social San José:
La parroquia tiene en total 350 voluntarios y, solamente en el comedor social San José, se dan diariamente 300 comidas de lunes a domingo con unos 120 voluntarios. Para atender estas iniciativas, la parroquia cuenta con una red de 350 voluntarios entre los cuales algunos han estado al otro lado, al lado de las adicciones. El párroco explica que, para las personas con adicciones, “la mejor terapia es ayudar a los demás.
España además cuenta con un “nuevo” tipo de adicción que es la ludopatía. El país ahora cuenta con la tasa más alta de Europa de ludópatas entre 14 y 21 años. “Gente de mediana edad, o padres de familia que no encuentran trabajo, o tienen uno muy precario en lugar de estar en casa se pasan el día jugando”. En el Aula San José se dan clases por las mañanas de español, inglés y geriatría y por las tardes la utilizamos para los niños.

Los testimonios de Claudio, Nacho y Calixta:

Claudio. Con 51 años, cuenta que empezó en el mundo de la droga al trabajar de noche. “Mi experiencia con la vida no ha sido la más grata” nos cuenta Claudio. Del consumo pasó al narcotráfico internacional, “pasé cinco años en la cárcel. Durante las noches, tenía tiempo para pensar, no me podía engañar a mí mismo, quería cambiar”. Al salir de la cárcel Claudio pasó por la parroquia, les pidió ayuda y ahora es uno de los voluntarios, “empecé a ir a misa, a leer los Evangelios en la propia cárcel y lo que me ha enseñado Dios es la tolerancia y que tú no eres el centro del mundo como te crees cuando estás inmerso en la droga. Si Dios no quiso que dejara este mundo en aquel momento, será porque tenía que hacer algo por los demás”.

Otro testimonio es el de Nacho que comenzó a beber para vencer su timidez con una chica. Después, todo cambió, “me tomaba una y no podía parar, el alcohol me tenía atrapado y me costó la relación con mi mujer y mis hijos”. Nacho añade que “me levantaba por la mañana y me tenía que tomar una cerveza fría, en invierno o en verano era lo mismo”. Todo dio un giro cuando llegó a Alcohólicos Anónimos. “Tuve que cambiar de hábitos y de aptitudes, y ahora llevo 20 años sobrio, pero todos los días le pido a la Virgen no beber”. El exceso de alcohol mata a más de tres millones de personas cada año en el mundo según la OMS. El primer año tras la rehabilitación de la adicción tan solo un 25% de los exadictos son capaces de abstenerse de forma continuada.

El ultimo testimonio del programa es de Calixta que llegó a España con 17 años, después de haber sufrido dos violaciones en el entorno de su familia. “Cuando todo te sobrepasa, el alcohol te ayuda a tirar hacia delante, pero lo complicado llegó cuando lo necesitaba para caminar. En el alcohol yo encontraba una evasión, pero era efímera”. Tras el alcohol, llegaron las drogas y la prostitución. “Acudir a la parroquia me dio dignidad, algo que no había sentido en toda mi vida, y empecé a sentir un perdón. Primero perdoné a mis violadores. Ahora me dedico al hogar, a hacer voluntariado en la parroquia, cocina, cuidado de niños y los arreglos de costura en la tienda de ropa”.

TOMADO DE TRECE TV

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