Desde hace un tiempo la religión
es y seguirá siendo objeto de atención, de comentario, de crítica y, quizás, de
fobia. No ha habido siglo ni etapa en la Historia que la religión se considere
por sus detractores como un mal social que cautiva, trastorna y enloquece al
ser humano. No hay ningún país europeo que se persiga a la religión como en
España. La democracia cristiana hoy, más que nunca, está presente en todos los
gobiernos de Europa. En los antiguos gobiernos bajo el yugo comunista o de la
Unión Soviética, la religión es la fuerza motriz que invade la sociedad. En
Rusia, la religión y el culto ortodoxo, renace con vigor. Putin, tiene, entre
otros, como asesor a un miembro de la Iglesia ortodoxa. El ocaso del comunismo
produjo un efecto de rebote hacia la religión. En Rusia, modelo de persecución
religiosa, hoy es antídoto contra la revolución stalinista que regó el suelo
ruso con la sangre de muchos inocentes. No hay país europeo que la religión no
esté presente en todos los estratos sociales desde el Cáucaso hasta los
Pirineos, Por ejemplo, Merkel es hija de un pastor protestante, es decir,
cristiana. Las críticas en España se dirigen en esencia contra la religión
católica. Las protestas de ciertos colectivos y de partidos de izquierda o
extrema izquierda se han hecho bandera desde las propias leyes educativas que,
en el fondo, lo que se pretende en las reformas educativas son dos principios:
eliminar los conciertos en la enseñanza privada y que desaparezca la religión
de las aulas. Si estas reformas se llevan a cabo ya está solucionado el pacto
educativo. La calidad de la enseñanza, la competitividad, el esfuerzo no tienen
importancia. Elevar el nivel competencial no es bandera, no importa y nos
atrevemos a decir lo que siempre en la historia ha sucedido, un pueblo
ignorante es un cultivo fácil para muchos políticos.
Volvamos a la religión. Parece
ser que la finalidad de la escuela y de la religión es demonizar las mentes,
poniendo freno y coto a todos los desmanes sociales. Es decir, en las aulas se
catequiza a los niños, se les dice que la religión entorpece al ser humano En
otros comentarios, he dicho que estamos ante una nueva persecución religiosa.
En un artículo publicado en Diario de León textualmente dice: «que los
profesores de religión están enseñando dogmas religiosos que van en contra del
pensamiento crítico y de la autonomía personal y que hay contenidos de ese
adoctrinamiento y labor catequética que entran en franca contradicción con la
razón, la ciencia y con derechos humanos como la libertad de orientación sexual
y la libertad de las mujeres y el origen de la vida y del universo entre
otros….se niega la diversidad sexual y a la anticoncepción, pensemos en que
doctrinas se están transmitiendo a través de la clase de religión». Ítem más
«la Iglesia Católica niega reiteradamente los derechos de todas las personas,
especialmente los de las mujeres, y defiende un modelo de familia patriarcal en
la que los roles y estereotipos de mujeres y de hombres nos recuerdan a épocas
pasadas». Efectivamente esto es pasado y no presente.
Volvamos a la catequesis y a la
catequización de la religión. No conozco en mi época de profesor, hechos y
doctrinas que atacaran los principios básicos de los derechos de las personas.
No puedo afirmar categóricamente ni mucho menos que haya habido, profesores,
sacerdotes, religiosos que en su fanatismo hayan traspasado los límites y
principios de lo que es la religión. Hoy no es así. Todo lo contrario. No sé
qué motivos tienen los detractores de la religión, en especial, de la católica
para fundamentar que la religión sigue siendo el opio del pueblo.
La religión Católica es caridad,
no es odio. La religión católica es comprensión y ayuda. En los colegios hoy no
se enseña ni se hace proselitismo. La religión está enfocada para: respetar a
los demás, no a la violencia, no a la desigualdad, no a la discriminación,
respeto y ayuda al otro. El padre Castellanos en Bolivia está involucrado en la
ayuda a una población que los Gobierno corruptos de izquierdas no se acuerdan
de ella. Si no fuera por las organizaciones religiosas, muchos gobiernos
tendrían revoluciones continuas ya que la población se levantaría contra la
ignominia, la injusticia, la corrupción y las oligarquías. ¿A quién ofende que
en un Colegio a los niños se les hable de: justicia, de compañerismo, de amor,
de ayuda, de respeto, de comprensión?. En las clases de religión a los niños se
les inculca el amor por los demás, la ayuda al necesitado. ¿De dónde salen
tantas barbaridades?. ¿No será mejor que al ser humano se le pusiera freno a
tanta actuación salvaje? ¿Es que los pueblos de antes, las poblaciones rurales,
las ciudades, cuando había un sentimiento religioso o temor, se cometían tantas
barbaridades? ¿No se podrían pensar que la violencia de género de hoy, ese
hombre animal que destroza a su mujer, masacra y mata a sus hijos, si en él
anidara un sentimiento religioso actuaría así? Si se leyera algún episodio de
los evangelios probablemente pensaríamos de otra manera. Jesucristo perdonó a
la mujer adúltera, perdonó a todos los hombres. Extraemos citas bíblicas del
Antiguo Testamento «Nuestro Dios odia a quienes son violentos y abandonan a su
esposa. Por lo tanto, ¡tengan cuidado y no le sean infieles a su esposa!.
¡Señor, escucha la petición de los indefensos, les infundes aliento y atiendes
a su clamor!. ¡Tú defiendes al huérfano y al oprimido, para que el hombre,
hecho de tierra, no siga ya sembrando el terror! ¿Puede una madre olvidar a su
niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo
olvidara, ¡yo no te olvidaré!. Por todo esto, hay que matricular a los niños en
valores sociales que, bajo el nombre de religión, se cobijan los principios
fundamentales de respeto. Todo lo demás es: demagogia y quizás, no sigan
pensando los detractores que si se imparte religión todos los futuros niños
serán de derechas. La historia es un libro abierto entre más persecución
religiosa más fe.
FRANCISCO J. LÓPEZ RODRÍGUEZ
PROFESOR
17/06/2017
Fuente: diariodeleon.es
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