EL RINCÓN DE FERNY

lunes, 24 de abril de 2017

¡FANTÁSTICA CARTA DEL ARZOBISPO DE ZARAGOZA SOBRE LA CLASE DE RELIGIÓN!

El arzobispo de Zaragoza ha escrito esta carta magnífica  a todos los diocesanos y personas de buena voluntad para invitarles a inscribir a sus hijos en clase de Religión. En ella, se pone en valor las razones para su presencia en la escuela y  los derechos fundamentales sobre los que se sustenta a la vez que pide honestidad para que esta sea ofertada sin que se vulnere la ley, agradece y reconoce  la labor de todos los profesores de Religión que la imparten que son perjudicados, además, laboralmente si se vulnera el derecho a impartirla y recibirla.

Queridos diocesanos:

En el tercer trimestre del curso escolar se formaliza la matrícula de los alumnos en los Centros de Enseñanza en los distintos niveles en nuestra Diócesis de Zaragoza. Con este motivo hago una llamada apremiante a los padres y a los alumnos, para que soliciten la clase de Religión y Moral Católica para el próximo curso.

Importancia y valor de la clase de Religión

La oferta de la enseñanza de la Religión Católica en el currículum escolar es decisiva para una educación integral de la persona, para el diálogo entre la fe y la cultura, además de ayudar a entender las raíces cristianas de nuestra historia y cultura. Favorece la acogida y comprensión del otro, invita a comprender y estimar las otras religiones, promueve el respeto y amor a la naturaleza como obra de Dios.
La clase de Religión en la Escuela está basada en una concepción antropológica abierta a la dimensión trascendente del hombre y de la mujer. Unida a la formación doctrinal y moral, la enseñanza escolar de la Religión Católica favorece también el desarrollo de la responsabilidad personal y social así como promueve el ejercicio de los demás valores cívicos para el bien común de la sociedad.

Derecho fundamental y constitucional

Es un derecho fundamental de los padres amparado por nuestra Constitución Española: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres, para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Constitución Española, Art. 27, 3).
La educación de los hijos corresponde a los padres y no al Estado. La eliminación de este derecho o la imposibilidad de elegir libremente el centro educativo para sus hijos daña significativamente nuestra democracia. En una sana democracia, las administraciones centrales y autonómicas deben garantizar dicha educación elegida por las familias, sin intentar imponer otras concepciones ideológicas. Al Estado no le corresponde imponer su visión del mundo y del hombre ni una ética determinada, sino servir al pueblo, formado por diversas sensibilidades, credos religiosos y formas de entender la vida.

Llamamiento para la inscripción en la clase de Religión

Me dirijo a vosotros, alumnos, para que seáis responsables y pidáis la Religión. En el centro de la enseñanza religiosa está la persona de Jesucristo. Jesús es el Camino que nos lleva a Dios. Jesús es el Maestro de la Verdad. Jesús es el Maestro de la Vida.
Me dirijo a vosotros, padres, que sois los primeros educadores y testigos de la fe de vuestros hijos, para que ejerzáis vuestra vocación y misión. Sois los depositarios de los derechos fundamentales y originarios de la educación y, por eso, debéis pedir la clase de Religión, si esa es vuestra convicción.
En el ejercicio de este derecho y deber invito encarecidamente a los sacerdotes y religiosos, para que colaboren en esta importante tarea.
Me dirijo a vosotros, profesores de Religión, que en nombre de la Iglesia transmitís la doctrina católica de modo académico en diálogo entre la fe y la razón. Desde esta carta pastoral  os reitero mi confianza y agradezco sinceramente vuestro servicio en esta hermosa y difícil misión de la formación integral de los alumnos.
De todos depende que haya mayor número de alumnos que piden la clase de Religión, sobre todo, en ESO y Bachillerato. El descenso repercute en la disminución de las dedicaciones de los profesores de Religión y la pérdida de puestos de trabajo. Si no se pide la clase de Religión, no habrá clase de Religión en los Centros.
Espero que todos prestemos el máximo interés en esta tema. Confío que los responsables de la Dirección de los Centros Escolares sean siempre respetuosos de los derechos de los padres, de los alumnos y de los profesores, y garanticen su correcto ejercicio.
Agradezco de corazón el trabajo bien hecho de nuestro Delegado Episcopal de Enseñanza, de todo el equipo de la Delegación y de los profesores de Religión.

Con mi afecto y bendición,
+ Vicente Jiménez Zamora
Arzobispo de Zaragoza


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