La
presidenta del OLRC, María García, se ha reunido este jueves con Teófila
Martínez, presidenta de la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados.
García
ha compartido con Teófila Martínez la situación de la asignatura de Religión y
de sus profesores y ha denunciado el acoso a esta materia escolar que se
produce en muchas comunidades autónomas y centros escolares.
La
presidenta del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC),
María García, se ha reunido este jueves con Teófila Martínez, presidenta de la
Comisión de Educación del Congreso de los Diputados para trasladarle la
situación de la asignatura de Religión y de sus profesores. García ha
denunciado el acoso a esta materia escolar que se produce en muchas comunidades
autónomas y centros escolares. Según la presidenta del OLRC, Martínez ha estado
muy receptiva a todos los problemas que García le ha explicado.
Desde
hace dos años, varios profesores de Religión se han dirigido al OLRC para
quejarse ante la situación que viven en sus centros, desde carteles en contra
de la asignatura hasta acoso laboral. Además, en la mayoría de las comunidades
autónomas se ha reducido la carga lectiva y en muchos centros no se da la
opción de elegir la asignatura.
Es
por eso que el OLRC decidió realizar un informe sobre la asignatura y una posterior
jornada (que tuvo lugar en octubre de 2016) para que los profesores pudieran
intercambiar sus experiencias y buscar una solución conjunta. En ella, esta
asociación se comprometió con los docentes a pedir que no se deje de lado la
asignatura de Religión en un futuro pacto educativo.
María
García ya se reunió en enero con José Luis Blanco, director general de
Cooperación Territorial del Ministerio de Educación, para tratar este mismo
tema.
En
sus entrevistas, María García ha expuesto las 10 razones por las que, a juicio
del Observatorio para la Libertad Religiosa, se discrimina la asignatura:
1.
La ofensiva contra la asignatura de Religión vulnera los derechos fundamentales
de libertad religiosa y libertad de educación, recogidos en los artículos 16 y
27.3 de la Constitución Española. Todos los ciudadanos tienen derecho a la
libertad religiosa. Además, los padres tienen derecho a educar a sus hijos
según sus convicciones morales.
2.
Se incumplen los acuerdos con las confesiones religiosas. Por ejemplo, en los
centros en los que se esconde a los alumnos la posibilidad de poder cursar la
asignatura se están incumpliendo los Acuerdos.
3.
Durante casi 40 años esta materia ha sido escogida por la mayor parte de los
padres y los estudiantes. La sociedad demanda esta asignatura y reducirla a su
mínima expresión implica gobernar en contra de sus prioridades y sus derechos.
4.
La asignatura de Religión no es catequesis, como se afirma en numerosas
ocasiones. En catequesis se enseña la “experiencia religiosa”. En Religión se
enseña “el conocimiento religioso”.
5.
Se trata a la asignatura de Religión como si fuera menos importante que
el resto; en la ley reduciendo su carga lectiva, y en la práctica utilizándola
como “comodín” para actividades del centro.
6.
Adjudicar, como ocurre en algunas Comunidades Autónomas, tan solo 45
minutos semanales a la asignatura implica despreciar la asignatura y tratarla
de forma diferenciada con respecto al resto de asignaturas.
7.
Con esta reducción, la asignatura pierde calidad y los profesores de la
materia pueden quedarse sin sus puestos de trabajo o ver reducidas sus horas,
perdiendo también calidad de empleo.
8.
Mientras que del resto de profesionales de la enseñanza se da por hecho
que enseñan sin estar “contaminados” por sus creencias personales, en los
profesores de Religión se presupone que “adoctrinan”, minusvalorándoles en su
labor profesional y a pesar de ser profesionales con dos títulos (universitario
y teológico).
9.
Esta discriminación también es palpable en otros ámbitos de su labor
profesional. Por ejemplo, prohibiéndoles ejercer tutoría con alumnos, como si
por el simple hecho de enseñar Religión les invalidara para cualquier otra
tarea.
10.
España es un país de raíces cristianas. Negar el derecho de una o varias
generaciones de alumnos al conocimiento del cristianismo sería negarles el
conocimiento en otros ámbitos de la vida relacionados, por cultura, con la
Religión, como es el arte, la literatura o la filosofía.
“Los
políticos no pueden utilizar la asignatura de Religión como moneda de cambio en
ninguna negociación. Está en juego la libertad fundamental de los padres para
elegir la educación moral y religiosa que quieren para sus hijos”, afirma
García.
Fuente: libertadreligiosa.es
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