EL RINCÓN DE FERNY

domingo, 24 de enero de 2016

EL REGALO Y LA TAREA DE SER PROFESOR DE RELIGIÓN

Quiero compartir por qué soy profesor de religión y qué me aporta  personalmente.

Comenzaré reconociendo que soy profesor de Religión porque Dios quiere. Me siento llamado por Dios para esta tarea y enviado por la Iglesia para llevarla a cabo.

Ser profesor de Religión hoy en día no es fácil, es más, me atrevería a decir que puede ser una profesión de riesgo. Muchas veces nuestro trabajo no es reconocido ni por la administración, ni por muchos de nuestros compañeros docentes. Pero a pesar de las dificultades merece la pena porque no caminamos solos.

Considero que ser profesor de Religión  es un regalo porque  nos permite enseñar a nuestros alumnos el mensaje de Jesús, y cómo este mensaje  se ha trasmitido a  lo largo de los siglos a través  de la Iglesia. Nos da la oportunidad de adentrarles en el conocimiento  de la Biblia  y en las distintas religiones, sobre todo, las monoteístas.  Nos permite entablar un diálogo  con la cultura y mostrarles  a nuestros alumnos, que la razón y la fe lejos de vivir enfrentadas, como muchas veces se nos presenta, caminan juntas, pues ambas, caminan hacia la única Verdad: Cristo. Nos da la oportunidad de mostrarles que los valores evangélicos construyen un mundo más fraterno.  Nos permite mostrar a nuestros alumnos que la clase de Religión les invita y abre a la búsqueda de sentido y  a la transcendencia.

A veces, me preguntan qué hacemos o qué podemos hacer para hacer atractiva  nuestra asignatura. Yo siempre contesto que lo primero  es que nuestros alumnos perciban que les tratamos con un gran cariño. Que estemos atentos a sus necesidades y que se sientan valorados y escuchados, siendo capaz  de mostrar un Dios  misericordioso que ama infinitamente a todos, como nos dice nuestro Papa Francisco.  En segundo lugar, procurando ser ingeniosos para presentar los diversos contenidos de forma atractiva. Yo suelo complementar los diversos temas con actividades didácticas lúdicas para fijar los contenidos. También utilizo un Blog del aula con diversos contenidos sobre la asignatura. Realizar proyecciones en el aula y actividades extraescolares donde podemos visitar los distintos lugares que muestran la cultura, tradición y arte cristiano, son otras actividades que motivan al alumnado.En definitiva, es estar atentos para adecuar a la realidad de nuestros alumnos los diversos contenidos que impartimos.

Por lo tanto, para mi es un regalo  ser profesor de Religión porque  trabajo en lo que más me gusta enseñando, además, el aula y actividades extraescondo uno trabaja en lo que menidos que impartimos proyecciones en el aula y actividades extraesco aquello que da Sentido a mi vida; y una tarea porque requiere una alerta constante para estar atento a las continuas necesidades y retos que tienen nuestros alumnos y nuestra asignatura.


Fernando García Sagrado


Profesor de Religión

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