Comenzó con la apertura de la Puerta Santa de la basílica de
San Pedro el 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, y
concluirá el 20 de noviembre de 2016. “Este es el tiempo de la misericordia.
Hay tanta necesidad hoy de misericordia, que es importante que los fieles
laicos la vivan y la lleven a los diversos ambientes sociales. ¡Adelante!”,
afirmó Francisco. Pero, ¿qué es un Jubileo? ¿Qué importancia tiene? ¿Para qué
se convoca? …
¿Cuando ha anunciado el papa Francisco este Año Santo de la
Misericordia?
Francisco realizó el anuncio en el segundo aniversario de su
elección como Pontífice el pasado viernes 13 de marzo, durante la homilía que
dio inicio a las 24 horas para el Señor, una propuesta celebrada en todo el
mundo para promover la apertura extraordinaria de las iglesias y favorecer la
celebración del sacramento de la Reconciliación.
¿Con qué motivo?
Con el Jubileo de la Misericordia, Francisco quiere poner en
el centro de la atención al Dios misericordioso que invita a todos a volver
hacia Él. El encuentro con Dios inspira la virtud de la misericordia. La
apertura del Jubileo adquiere un significado especial ya que tendrá lugar en el
50º aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II (1965), un impulso para
que la Iglesia continúe la obra iniciada con el Vaticano II.
¿Qué es un Año Santo?
Consiste en un perdón general, una indulgencia abierta a
todos, para renovar la relación con Dios y con el prójimo. De este modo, los
jubileos son siempre una oportunidad para profundizar la fe y vivir con un
compromiso renovado el testimonio cristiano.
¿Qué significa la expresión “Año Santo”? ¿Es lo mismo que un
“Jubileo”?
Para los hebreos el jubileo era un año declarado santo, que
ocurría cada 50 años, y durante el cual se debía restituir la igualdad a todos
los hijos de Israel, ofreciendo nuevas posibilidades a las familias que habían
perdido sus propiedades e incluso la libertad personal. A los ricos, el año
jubilar les recordaba que los esclavos israelitas podrían reivindicar sus
derechos. La Iglesia católica retomó la tradición del Año Santo con el papa
Bonifacio VIII, en el año 1300. Este Pontífice previó la realización de un
jubileo cada siglo, para permitir a cada generación vivir al menos un Año
Santo. Desde el año 1475, el jubileo ordinario comenzó a espaciarse al ritmo de
cada 25 años. Un jubileo extraordinario, en cambio, se proclama con ocasión de
un acontecimiento de particular importancia; como en este caso el proclamado
por el papa Francisco por la misericordia.
¿Cuantos Años Santos ha habido?
Los Años Santos ordinarios celebrados hasta hoy han sido 26.
El último fue el Jubileo del año 2000. La costumbre de proclamar Años Santos
extraordinarios se remonta al siglo XVI. Los últimos de ellos, celebrados el
siglo pasado, fueron el de 1933, proclamado por Pío XI con motivo del XIX
centenario de la Redención, y el de 1983, proclamado por Juan Pablo II por los
1950 años de la Redención.
¿Cuando comenzó y cuando terminará?
Se inicia en 2015 con la apertura de la Puerta Santa en la
Basílica Vaticana durante la solemnidad de la Inmaculada Concepción (8 de
diciembre) y concluye el 20 de noviembre de 2016 con la solemnidad de
Jesucristo Rey del Universo. Unos días antes, el 29 de noviembre, durante su
viaje a República Centroafricana, la Puerta Santa de la catedral de Bangui fue
abierta por Francisco, dando así el pistoletazo de salida al jubileo en África.
¿Qué importancia adquiere la misericordia para el papa
Francisco?
La misericordia es un tema muy sentido por el Papa, quien ya
como obispo de había escogido como lema propio miserando atque eligendo. En el
primer ángelus después de su elección, el Santo Padre afirmó que: “Al escuchar
misericordia, esta palabra cambia todo. Es lo mejor que podemos escuchar:
cambia el mundo. Un poco de misericordia hace al mundo menos frío y más justo.
Necesitamos comprender bien esta misericordia de Dios, este Padre
misericordioso que tiene tanta paciencia” (Ángelus del 17 de marzo de 2013).
Además, en el texto de la edición en castellano de la exhortación apostólica
Evangelii gaudium el término “misericordia” aparece 29 veces.
¿Habrá indulgencia durante este Año Santo extraordinario?
Sí, como es habitual en este tipo de convocatorias.
Francisco envió una carta a Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo
para la Promoción de la Nueva Evangelización, en la que explica en qué
circunstancias se concederá la indulgencia.
Así, recibirán la indulgencia jubilar los fieles que
peregrinen a la Puerta Santa abierta de cada catedral o iglesia según lo
estipule el respectivo obispo diocesano, o que visiten alguna de las cuatro
basílicas de Roma (San Pedro del Vaticano, San Juan de Letrán, San Pablo
Extramuros o Santa María la Mayor); todo ello vinculado a la confesión y
eucaristía “con una reflexión sobre la misericordia”.
Las personas que físicamente no se puedan trasladar a estos
templos, como enfermos, ancianos, etc., recibirán igualmente la indulgencia
cuando vivan su “sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor” y reciban
la comunión y participen en la misa, también a través de los medios de
comunicación
Los presos que, “incluso mereciendo alguna pena, sin embargo
han tomado conciencia de la injusticia cometida”.
La carta recoge explícitamente por la preocupación del Papa
ante el “drama del aborto” y las mujeres que llevan “en su corazón una cicatriz
por esa elección sufrida y dolorosa”. Sin embargo, “el perdón de Dios no se
puede negar a todo el que se haya arrepentido”, subraya Francisco, quien
concede a todos los sacerdotes durante este Año jubilar “la facultad de
absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de
corazón piden por ello perdón”. Estos sacerdotes, por su parte, deben
prepararse para esta tarea, conjugando “palabras de genuina acogida con una
reflexión que ayude a comprender el pecado cometido”.
Otra novedad es el acercamiento a la Fraternidad Sacerdotal
San Pío X (fundados por el cismático Marcel Lefebvre y a los que la Santa Sede
lleva años tendiendo la mano). “Confío en que en el futuro próximo se puedan
encontrar soluciones para recuperar la plena comunión con los sacerdotes y los
superiores de la Fraternidad”, dice el Papa, al tiempo que establece una
disposición por la cual quienes se confiesen con estos sacerdotes “recibirán
válida y lícitamente la absolución de sus pecados”.
PRESENTACIÓN DEL AÑO JUBILAR
ROSTROS DE LA MISERICORDIA
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