Una
interesante entrevista al profesor Otaduy en Religión en Libertad nos plantea
una reflexión sobre la situación de la clase de Religión con el Gobierno del
Partido Popular. En la citada entrevista el profesor Otaduy afirma que hay dos
visiones en torno a la enseñanza religiosa escolar:
“Quien
la considera una materia que contribuye al desarrollo de la personalidad de
quienes libremente la escogen comprende que tenga su lugar en el plan de
estudios; quien estima que la enseñanza de la religión es un residuo de la
tradicional pleitesía que el Estado español rinde al Vaticano y que carece de
cualquier dimensión formativa clamará contra la asignatura de religión”.
A
continuación, el profesor de Derecho Eclesiástico afirma que “la izquierda
española está mayoritariamente anclada en la segunda posición y, por la
experiencia que tengo, es muy difícil lograr que vean las cosas de otro modo“.
A
tenor de esta afirmación, debemos entender que, para el entrevistado, la
derecha se ubica en la primera posición -favorable a la clase de Religión- y
sólo de ella cabe esperar que “vean las cosas de otro modo” (no como los
sindicatos y partidos de izquierdas).
Pero
la realidad es que la política que está llevando a cabo la derecha es un paso
aún más profundo en el laicismo educativo. En la ley Wert (LOMCE) del PP, la
oferta de Religión deja de ser obligatoria en Bachillerato, cosa que no había
ocurrido en toda la historia de la democracia. Tampoco se habla de la
obligatoriedad de la oferta en Educación Infantil.
Por
su parte, el horario de la clase de Religión pasa a estar en manos de cada
comunidad autónoma. Así, según publicó el BOE, para Ceuta y Melilla se reducirá
a 45 minutos por nivel. Esto tampoco acontecía en la LOE de Zapatero.
Por
si fuera poco, al convertir la alternativa a Religión en Valores, se
contraponen el saber religioso y el ético, como si el alumno que opta por
Religión no tuviera formación en valores. En efecto, los únicos valores
propiamente tales y comunes a toda la sociedad serían los que define el Estado.
La sombra de la Educación para la Ciudadanía vuelve a asomar con otra
apariencia. No en vano, ya el propio ministro Wert aclaró en su día que los
contenidos de la Educación para la Ciudadanía se impartirían ahora de modo
transversal…
En
definitiva, la reforma educativa actual de la derecha española es la que, hasta
la fecha, más vulnera los Acuerdos Iglesia-Estado, la Constitución y los
derechos fundamentales de los padres y los alumnos. Sin hablar del coste
laboral que puede suponer todo esto. De nada sirve hacer como si esto no fuera
así. Además, lo importante no es quién -izquierda o derecha- hace las cosas
peor respecto de la Religión, sino qué es lo justo.
Pedro
Martínez Opacua
No hay comentarios:
Publicar un comentario