Un pastor, una mujer
extranjera y un pescador se convierten este año en los protagonistas de los
esperados anuncios de la lotería de Navidad. Tres figuras que con sus historias
resaltan valores como la amistad o la honradez.
1. La historia de Vika.
La amistad protagoniza este
anuncio. Vika, una extranjera, llega a España y comienza a trabajar en una
fábrica de luces. No entiende nada de español pero su compañera no duda en
enseñarle el manejo de las piezas del almacén y el nombre de cada cosa.
Vika la observa tímida y
sonriente y, repite cada palabra que su compañera le enseña en
castellano.
Pero no sólo el idioma. Su nueva
compañera la enseña la gastronomía española y las costumbres. Incluida la de
jugar a la lotería de Navidad. En una comida ofrece a Vika comprar un
décimo a medias.
«¿A medias?», pregunta Vika. Sí,
dice su compañera. «Aquí en Navidad compartimos la Lotería con la gente que nos
importa, como las amigas». ¿Amigas? Pregunta Vika, «Sí, amigas», dice la
española y ambas sonríen en un claro gesto de complicidad.
Una pequeña historia con la
amistad como hilo conductor y como solución a cualquier barrera. No
importa de dónde venga, si habla o no tu idioma, si sabe o no un oficio…
Enseñar, acompañar y acoger a
una persona que viene de fuera y que ha dejado a su familia para ganarse la
vida.
Valores que transforman la vida
de Vika y la de su compañera. Convierten su relación en una amistad que las
lleva a compartir la Navidad a través de una costumbre. La española la acoge y
se entrega, sin nada a cambio, en una amistad verdadera. Aquella
que actúa de forma desinteresada. Un bonito ejemplo
de cómo acoger y abrazar al extranjero que ha dejado su país y su
familia.
2.Tres Orquídeas.
La siguiente historia se ambienta en un faro, al borde del mar. Un pescador recibe, por un golpe de viento, un cupón para el sorteo de Navidad. En el reverso, una misteriosa frase manuscrita. “Para Julia Tres orquídeas”. Un mensaje que no sabe identificar. Lo guarda y su número es el agraciado con el gordo.
Se abre el dilema. Cobrarlo o
buscar a «Julia Tres orquídeas». A las puertas de la administración de
lotería y antes de cobrar el premio en su vista se cruza una furgoneta. En
ella pone Las Tres orquídeas. En la siguiente escena aparece
una floristería y una pregunta «¿Julia?».
Desde la trastienda una mujer
contesta…
«Un momento, ahora salgo»… y
cuando aparece solo encuentra un cupón sobre su mostrador. Reconoce que es el
gordo y, en una entrevista como una de las personas agraciadas, mirando a
cámara feliz dice: «No sé quién ha sido, pero gracias». Frase que arranca una
sonrisa de satisfacción en el pescador que se lo había
devuelto.
Otra pequeña historia que es toda una lección de honestidad e integridad.
El pescador no se queda con el
cupón premiado porque descubre a su verdadera dueña. Una mujer, a la que ni
conoce ni ve, pero a la que no duda en entregarle su premio.
La generosidad también
está presente en este spot. El pescador vence la tentación de quedarse el
dinero y decide entregarlo, sin nada a cambio. Ni siquiera se presenta,
prefiere seguir siendo anónimo y evitar el agradecimiento en persona o,
incluso, algún tipo de recompensa. Empatiza y sonríe cuando Julia cuenta que es
una de las ganadoras del primer premio.
3. El viaje.
El pastor se prepara, guarda un
décimo de lotería en su mochila y abandona su refugio. Con todas y cada una de
sus ovejas emprende un largo viaje a través de hermosos
parajes en medio de la montaña. Sus ovejas le siguen y le acompañan en este
trayecto de varios días. Al final del camino, una ciudad, un hospital.
Esteban entra en una de las habitaciones donde
está ingresado su amigo. Le saluda cariñoso y le entrega el décimo. «A
ver si, porque a ti se te ocurre romperte la cadera, vamos a romper la
tradición«, dice Esteban, a lo que su amigo responde: «¿Qué has hecho con las
ovejas?». «Luego te lo cuento» y juntos se ríen.
Una pequeña historia centrada en la lealtad.
Una amistad que hace a Esteban luchar contra el viento, el frío y la nieve para
no dejar a su amigo sin el décimo que comparten todos los años.
Vence la pereza, lucha, se
esfuerza y lo hace sin dejar sus responsabilidades. No deja a
ninguna de sus ovejas atrás. Con ellas comienza y termina ese viaje para no
fallar a quien quiere.
Violeta
Tejera - publicado el 19/11/22
PUBLICADO EN EL PORTAL ALETEIA
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