“NIÑO POBRE”
Reflexión:
En ocasiones, los más necesitados son los más generosos, y
por el contrario, los que más tienen son los que menos comparten o los que no
ayudan tanto como podrían a las personas necesitadas.
A veces, no nos damos cuenta y pensamos que las únicas
personas que lo pasan mal son las que viven en los países pobres; en cambio,
sin ir muy lejos encontramos a muchísima gente sin dinero o sin un techo donde
dormir.
El sentido cristiano de la limosna no es solo dar cuando nos
lo piden, sino que consiste también en esforzarnos y ayudar con comida o dinero
para que no haya tantas personas viviendo en la miseria.
“DAR TU TIEMPO”
Reflexión:
A veces no pensamos en lo que realmente significa compartir
nuestro tiempo con las personas que queremos. El tiempo es algo muy valioso,
porque nunca se puede volver a recuperar lo que se entrega.
Al final, vida solo hay una, así que debe disfrutarse en lo
posible y vivir, dar gracias, pasarlo bien, saber cuándo parar, pero, sobre
todo, estar con quien de verdad nos valora y con quien nos sentimos bien a su
lado.
En Cuaresma es bueno analizar a quién le regalamos nuestro
tiempo y decidir donarlo a personas que lo necesitan. A veces dar nuestro
tiempo es más valioso que dar nuestro dinero. Esa es la limosna que vale.
“DAR MOTIVACIÓN”
Reflexión:
No sabemos el poder que tienen nuestras palabras.
En realidad, podemos construir mucho cuando motivamos a
alguien.
En Cuaresma, es bueno analizar nuestras palabras y “regalar”
buenas palabras a las personas que tenemos cerca, especialmente palabras que
motiven a sacar lo mejor de uno mismo.
¿Te atreves a construir una Cuaresma diferente aportando tu “limosna” más profunda: dinero, tiempo y palabras?
TOMADO DE: https://profesoresreligioncatolica.edebe.com/limosna-tres-ideas-trabajarlo-clase-reli/
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