David
Jou Mirabent es físico, poeta y católico, uno de los grandes divulgadores de la
ciencia en España y un apasionado del debate ciencia y fe. Es catedrático de
Física de la Materia Condensada en la Universidad Autónoma de Barcelona y autor
de libros como Reescribiendo el Génesis (2008); Cerebro y universo: dos
cosmologías (2011), Introducción al mundo cuántico (2012) y, en poesía en
catalán, Poemes sobre ciencia i fe (2013).
También
es profesor de algunas de las lecciones del popular Curso Science & Faith
BCN (www.scienceandfaithbcn.com),
que empieza con una nueva tanda de cursos este 12 de junio. Este curso de
lecciones online sobre ciencia y fe ya ha superado los mil alumnos. Lo ofrece
la Facultad de Teología de Cataluña, bajo el patrocinio del Pontificio Consejo
para la Cultura con ayuda de la Fundación Templeton (www.templeton.org). En ReL hemos querido
preguntar a David Jou sobre este curso y sobre la relación actual entre ciencia
y fe.
-
Profesor Jou, ¿qué es lo más satisfactorio de enseñar sobre ciencia y fe en un
curso como Science & Faith BCN?
- El
tema es realmente rico y atractivo, y a mí me parece muy interesante la
diversidad de público que se apunta al curso. Cada alumno del curso tiene sus
tutores, y comentan sus preguntas.
-
¿Cuáles son las preguntas más comunes?
- Lo
que más pregunta la gente es hasta qué punto la ciencia hace incompatible la
religion con el mundo de hoy, o si de verdad la razón se opone a fe, o en qué
medida la razón y la emoción participan en la fe, la relación entre Dios y
razón...
- ¿Y
preguntas menos frecuentes?
-
Algunos plantean si la física cuántica puede dar respuestas a las preguntas
religiosas, o si hay vida inteligente en otros mundos y si eso afecta a lo que
sabemos sobre Dios, o la religión.
-¿Cuál
es el prejuicio, o quizá error, más común, en los alumnos novatos en Ciencia y
Fe?
-
Algunos desean que la ciencia les dé una confirmación directa de sus ideas
religiosas. Pueden decepcionarse porque no hay demostraciones explícitas
directas de Dios mediante el método científico. El método científico no sirve
para eso.
-
Hoy parece que el cristianismo es mordisqueado por dos lados opuestos: por un
lado, el cientifismo materialista; por otro, la new age, la superstición, el
pensamiento mágico... ¿Cuál dañará más en el siglo XXI?
- Yo
creo que el pensamiento mágico es más peligroso. En realidad, el cientifismo
como ideología afecta a muy poca gente, porque la verdad es que hay poca gente
que sepa de ciencia. De hecho, muchos que creen ser cientifistas, en realidad
casi ejercen el pensamiento mágico porque dan saltos, digamos, en sus
creencias, que van más allá de la metodología científica. Hablan de ciencia que
no conocen.
-
Hoy, en el pensamiento mágico, en la new age, siempre hablan de energía...
-
Sí, en "energía" meten de todo. Pero me parece curioso que no usen así
la palabra "información", que filosóficamente es muy rica. ¿Por qué
tanto "energía" y tan poco "información"? Quizá porque
"información" implica organización, mientras que "energía"
es más vaga, más proteica... Incluso en ciencia real el concepto energía es
complicado, con dos leyes muy diferentes, la de conservación y la de
degradación de la cantidad de energía, que es un concepto sutil que a muchos se
les escapa, aunque muchos lo usan superficialmente.
-San
Pablo y otras partes de la Biblia dicen que "el universo habla de la
Gloria de Dios"... ¿ese orden en el universo nos ha de hacer pensar en un
Creador?
- En
la Biblia, los autores del Libro de la Sabiduría ya se asombraban porque veían
sabios paganos que entendían bastante la complejidad del mundo pero no eran
capaces de ver a Dios más allá del mundo, como Creador. Científicos como
Einstein, Newton, etc... podían percibir a Dios como símbolo del orden en el
cosmos. Pero luego el darwinismo afirmó que el orden no necesita un Creador,
que pueden darse cosas ordenadas en acumulaciones por azar de pequeños cambios.
Pero yo digo que esa es sólo una forma, entre otras, de actuar de la razón del
mundo.
-
Los deístas siempre señalan que el universo está "sospechosamente bien
afinado", que es tan improbable y asombroso que apunta a un
Creador...
- Es
que es cierto, que el universo está sospechosamente bien afinado no hay duda.
Matemáticamente, solo para hacer 'por azar' una copia de cada proteína de 60
aminoácidos necesitaríamos diez elevado a la 500 universos como el que tenemos.
Es tan claro que para rechazar la posibilidad de un Creador muchos recurren a
hablar de que efectivamente hay 190 elevado a la 500 universos... no
observables.
- Pero
todos esos universos... ¿qué prueba o indicio hay de ellos?
-
Ninguna. Son solo un modelo teórico, una hipótesis.
-
Pero ponerse a hablar de trillones de universos hipotéticos, ¿no es multiplicar
los entes sin necesidad, como criticaban los filósofos medievales?
- Es
que si quieres negar a un Creador con un universo tan bien afinado como el
nuestro tienes que recurrir a eso, a multiplicar suposiciones. A mí, la idea de
que hay un Dios que crea ese orden, que con ese orden natural lleva a la vida,
la inteligencia y el amor, me parece más próximo.
- La
pregunta filosófica clásica era "¿por qué existe algo, cuando podría haber
simplemente la nada?"... ¿Se mantiene la pregunta hoy?
- Se
mantiene, nunca caducará esa pregunta. Pero con la ciencia de hoy se le añade
otra cercana. Con la ciencia actual, sabemos que podrían haberse dado muchos
otros universos perfectamente posibles y probables, pero que nunca habrían
tenido vida ni inteligencia. ¿Cómo es que precisamente se ha dado el tipo de
universo que sí ha llevado a la vida y la inteligencia? No era una necesidad
inevitable, al contrario, era muy improbable. ¿Cómo es que las leyes físicas,
precisamente, son las que permiten un universo como el nuestro? Hoy sabemos que
esto es asombroso que se haya dado.
- La
ciencia moderna, ¿hace el agnosticismo más justificable o más
injustificable?
-
Desde lo puramente científico no se puede decidir la cuestión de Dios: podría
haber Dios, o podría ser que no. Pero la cuestión de Dios no es absurda, ni
irracional, es un tema racional. Se parece a esas matemáticas de Gödel, con
preguntas matemáticas que no se pueden responder partiendo de sus axiomas. Creo
que en la pregunta sobre Dios se combina la libertad de poder decir
"sí" sin insultar a la razón. Así, la Razón Divina podría acoger a
quien le acoge... y a quien le rechaza. Por otra parte, no solo la razón habla
de Dios, también está la Revelación. Es solo un invento, dirá un escéptico pero
¿de verdad es así? De todas formas, yo distingo entre el agnóstico que se desinteresa
del tema de Dios y el que, por el contrario, se lo sigue planteando, porque ve
que es una pregunta humana, profunda, que mucha gente la vive.
-
Usted es catedrático de física de la materia... ¿los materialistas saben de qué
hablan cuando hablan de materia hoy? ¿No es distinto a hace dos siglos?
-
Una sorpresa para los físicos hoy, con los datos que tenemos ahora, es que
exista la materia. Hace cien años un materialista pensaba que la materia era
algo sólido, innegable, evidente, lo daba "por supuesto". Hoy, en
cambio, sabemos que la materia no es "evidente": es asombroso que
exista. Lo lógico sería que hubiera tanta materia como antimateria, que
entonces se habrían aniquilado entre ellas y en el universo solo habría luz,
radiación. Sin embargo, como señalan los físicos del CERN, asombrados, hubo una
ruptura de simetría entre materia y antimateria, que requiere al menos 3
generaciones de quarks... es sorprendente que eso se diera en un universo como
el nuestro.
-
Entonces, lo de decir "somos materia y ya está"...
- Es
que no puedes decir ese "y ya está". No solo es asombroso que haya
materia. Es asombroso también cómo se organiza la materia. Cuanto más aprende
la ciencia, más se asombra con las formas de organización sutil que
encontramos. El agua, por ejemplo, con su poder de organizar, de dar estructura
a las proteínas, las membranas... le quitas al agua sus propiedades eléctricas
y se viene abajo toda la estructura de la vida. Es una organización asombrosa e
improbable. No puedes decir somos "materia y basta".
-¿Es
sabio repetir lo de "no hay nada nuevo bajo el sol, todo es vanidad de
vanidades" y despreciar los nuevos hallazgos científicos y sus
sorpresas?
- Es
cierto que hay cosas profundamente humanas que han variado relativamente poco
en la historia. Pero ver las nuevas lecturas que da cada generación nos
enriquece y ayuda a dialogar con la realidad. Hay gente fascinada sólo por lo
que cambia y progresa. A mí me fascina lo que cambia, los nuevos hallazgos, pero
también me fascina la permanencia de las grandes preguntas humanas,
filosóficas, con sus tristezas y deseos.
-
Desde hace unos años está de moda hablar de neurociencia. Algunos quieren
refutar a Dios induciendo experiencias místicas en el cerebro, con
piscotrópicos, o campos magnéticos...
-
Puedes inducir visiones sorprendentes, pero eso no niega a Dios. El cerebro es
un resultado de la razón divina, o como mínimo de la razón física y matemática.
El cerebro puede percibir y conocer, percibir el tiempo de distintas maneras.
Te puede ayudar a captar una presencia cercana a ti, que puede ser divina. O,
vale, puede ser una alucinación, pero es que esa pregunta ya la planteaban los
profetas del Antiguo Testamento: "¿profetizo según Dios o son cosas que
alucino yo?" La pregunta no es nueva.
-
Pero estos materialistas dicen que el amor es sólo química, descargas de
dopamina...
-
Decir que el amor es solo química no es verdad. El cerebro tiene
neutrotransmisores y neuroreceptores pero en sus circuitos nuestra actividad
influye, es decir, nuestra voluntad, lo que hacemos y queremos hacer. Amar no
es solo estar enamorado, no es solo dopamina: si amas querrás conocer a la
persona, por ejemplo, y eso reconfigurará tu persona. Un materialista no puede decir
"es solo materia", tendrá que admitir que es, al menos, "materia
y estructura", y la estructura la da la voluntad.
-
Parece difícil mantenerse como materialista...
- A
mí, como científico, mi racionalismo me abre a una razón más amplia, con la
sorpresa por la existencia, por el amor a los demás, ¿es eso menos racional? La
ciencia, hasta ahora, siempre ha dado razón a las búsquedas que se hacen más
amplias. De hecho, los materialistas, ni los antiguos ni los modernos, pueden
negar a Dios. Incluso los materialistas antiguos ya veían que Dios podría ser
material... pero de una materia sutil e indetectable, y esa es una posibilidad
que ningún materialista puede negar. De hecho, hoy que vemos que hay muchísima
materia oscura, y muchísima energía oscura, y que es muy distinta a lo que
conocemos, que la energía oscura es muy distinta a la energía normal... así que
no se puede negar la posibilidad de que Dios exista según una materia muy
distinta. Aunque no es lo que yo creo. Pero lo pongo como ejemplo de cómo un
materialista ha de abrirse a las nuevas posibilidades.
TOMADO
DE RELIGIÓN EN LIBERTAD
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