Los últimos sondeos de la Rice University confirman un dato
constante: la religión y la fe no son incompatibles para los científicos del
siglo XXI.
Ciencia y fe. Un tema surgido en los dos últimos siglos y,
como siempre, caracterizado por dos tipos de extremismos: por una parte grupos
religiosos que tienen miedo de la ciencia, la rechazan de plano temiendo que
pueda entrar en conflicto con su fe religiosa. Por la otra, grupos
antireligiosos que ideologizan la ciencia difundiendo la convicción de que esta
lleva necesariamente lejos de Dios.
Vienen bien entonces investigaciones sociológicas como las
llevadas a cabo en estos años por la Rice University, dirigidas por Elaine
Howard Ecklund, la cual ha estudiado y analizado la postura religiosa de miles
de científicos, demostrando que en sus vidas es absolutamente compatible la
presencia de la fe religiosa y del la investigación científica.
Precisamente en estas semanas se ha presentado la última
encuesta de este filón: concentrándose exclusivamente en físicos y biólogos, se
realizó con ellos un sondeo al que respondieron unos 10.000 (de los cuales en
609 casos se hicieron entrevistas en profundidad). Fueron entrevistados
solamente científicos de Hong Kong, India, Italia, Taiwan, Turquía, Estados
Unidos, Francia y Reino Unido.
El primer dato interesante es que, fuera de Francia y Reino
Unido, en todos los demás países analizados los científicos que creen en Dios
son más numerosos que los que se definen ateos o agnósticos. En Italia, por
ejemplo, casi el 60% de los físicos y biólogos cree en Dios y se declara
católico, mientras que sólo el 20% es ateo y el 23% agnóstico.
Más numerosos los científicos creyentes, aunque por poco,
también en Estados Unidos: el 36% afirma creer en Dios contra el 35% de los
ateos y el 29% de los agnósticos. En el Reino Unido y en Francia son en cambio
más los científicos que no creen en Dios, mientras que datos completamente
opuestos se encuentran en Turquía (el 85% de los científicos es creyente contra
el 6% de ateos y el 9% de agnósticos), en India (79% contra 11% de ateos y
agnósticos), en Taiwán (74% contra 14% y 15%) y Hong Kong (54% contra 26% y
20%).
Se equivocaría quien quisiera dejar de lado los datos
procedentes de países no occidentales, recordemos que China (Hong Kong) es el
segundo país del mundo, después de Estados Unidos, en la clasificación de las
naciones con mejor calidad de investigación científica. India es la 13ª, por
detrás de Italia (8ª) pero por delante de países como Holanda, Rusia, Bélgica y
Finlandia.
Se equivoca también Piergiorgio Odifreddi que,
comprensiblemente irritado por los resultados del estudio, afirmó en seguida
que cuanto mejores son los científicos menos creen en Dios, porque entre los
países analizados en el estudio, los que más han vencido medallas Fields y
premios Nobel de física, química y medicina son también aquellos con
científicos más laicos. Metedura de pata: la investigación se dirigía a físicos
y biólogos y no a los matemáticos (medalla Fields) y el premio Nobel es
personal, non colectivo, a menos que se crea que Estados Unidos y el Reino
Unido sean los países más pacifistas del mundo sólo porque algunos de sus
ciudadanos han recibido más premios Nobel de la paz que otros países.
Aparte de la frecuencia de participación en los servicios
religiosos o la oración, nos parece más interesante subrayar que de este
estudio se desprende que los científicos entrevistados tienen a tener un
porcentaje de afiliación religiosa inferior respecto al total de la población.
Si los italianos que pertenecen a una religión son el 88%, entre los
científicos son sólo el 63%. No estar afiliados religiosamente, obviamente, no
equivale a no creer en Dios.
“En la mayor parte de las regiones”, explican los
investigadores, “los científicos resultan ser más laicos respecto a la
población general. Sin embargo, los científicos no creen que la ciencia tenga
una influencia secularizadora; en cambio, la mayor parte piensa que religión y
ciencia actúan en esferas separadas. Nuestra investigación muestra que, incluso
en el más laico de los contextos, ciencia y religión no parecen estar en
conflicto en la vida personal de cada científico”.
O sea, los científicos no son más laicos a causa de su
trabajo, pues consideran compatibles ciencia y fe. Pero es útil recordar que en
una investigación de 2014, siempre de la Rice University, se mostraba que en
Estados Unidos, de 10.000 científicos americanos el 18% asiste a servicios
religiosos semanalmente, respecto al 20% de la población general de EE.UU.; el
15% se considera muy religioso, contra el 19% de la población general; el 13,5%
lee semanalmente textos religiosos, contra el 17% de la población, y el 19% de
los científicos reza varias veces al día, contra el 26% de la población de
EE.UU. Por tanto, los porcentajes de creyentes y de su práctica religiosa son
bastante parecidos entre los científicos americanos y la población general.
Por tanto, aunque hay datos contradictorios sobre el
porcentaje de científicos creyentes respecto al resto de la población, lo que
es indiscutible es que los hombres de ciencia son en su mayoría creyentes y
religiosos. Este es el dato cierto y constante en todos los estudios aparecidos
en estos años.
Bello el testimonio recogido por el diario La Repubblica de
Gianpaolo Bellini, ordinario de Física Nuclear y Subnuclear en la Università
degli Studi de Milán (antes partidario de la visita a “La Sapienza” de Roma por
parte de Benedicto XVI): “Son un físico de partículas elementales, y creo que
una lógica tan enormemente extendida no puede ser casual. Detrás de la forma y
del orden del universo hay, creo yo, un input. Si algunos datos de la
naturaleza fueran aunque fuera sólo mínimamente distintos de lo que son, la
vida en la Tierra no sería posible”.
De él se hizo eco el conocido físico Lucio Rossi, católico
practicante y uno de los responsables del CERN de Ginebra: “Estoy convencido de
que la hipótesis de que todo haya nacido por casualidad es mucho más difícil de
aceptar que la existencia de Dios. En el CERN los creyentes somos muchos, y no
sólo cristianos”.
TOMADO DEL PORTAL ALETEIA
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