En los vídeos que acompañan el texto se intenta explicar en qué consiste la ideología
de género. En términos legales causa
daño al código civil, reemplazando las palabras marido y mujer, padre y madre,
por una terminología indiferenciada y unisexual: progenitores. Ella intenta
eliminar tanto la diferenciación sexual como la complementariedad presentes en
la ley y pone en riesgo los fundamentos de la identidad humana: la
diferenciación sexual y en consecuencia, la paternidad. Ella abre el camino
para una nueva paternidad “social”, desvinculada de la realidad humana. Crea un
marco para un nuevo orden antropológico basado no en el sexo específico sino en
la opción sexual: el género».
En
estos interesantes vídeos se denuncian con mucha claridad los errores y peligros
que entraña la ideología de género. Éste inicia con una constatación evidente:
los niños y las niñas son distintos desde que nacen. Y esta diferencia se nota
en lo biológico, pero sobre todo, en la interioridad de cada uno. Sin embargo
algunas personas plantean que la desigualdad se da solo porque las dicta el
entorno: la familia, la sociedad, la escuela etc… que estas imponen cómo se
debe comportar un niño y cómo una niña, por lo tanto, las diferencias marcadas
por la sociedad, son las que llevan a la discriminación. Para ellos la solución
a este problema es la igualdad radical entre los niños y las niñas: el entorno
debe dejar de dictar los modos de ser de cada uno; y la escuela, lejos de la
familia y los padres, debe ser el lugar dónde se pueda enseñar esta nueva
concepción de la sexualidad. Así los niños y niñas pueden aprender que no hay
diferencias entre ellos, y que perfectamente puede un hijo tener dos papás o
dos mamás. El resultado de toda esta confusión es que no se percibe ninguna
diferencia entre lo masculino y lo femenino.
La
Iglesia siempre ha ido más allá en su comprensión del hombre y la mujer. No se
queda solamente en las diferencias naturales evidentes, sino les da un
significado teológico. El Papa Francisco nos enseña:
Solo
en el hombre y en la mujer la diferencia sexual lleva en sí la imagen y la
semejanza de Dios. […] ¡Hombre y mujer son imagen y semejanza de Dios! Esto nos
dice que no solo el hombre por su parte es imagen de Dios, no solo la mujer por
su parte es imagen de Dios, sino también el hombre y la mujer, como pareja, son
imagen de Dios. La diferencia entre hombre y mujer no es para la contraposición
o la subordinación, sino para la comunión y la generación, siempre a imagen y
semejanza de Dios.
Catequesis
del 15 de abril de 2015.
Dios,
en su creación, nos pensó a cada uno hombre o mujer. Y puso en esta diferencia
y complementariedad el ambiente propicio (el matrimonio entre el hombre y la
mujer) para la formación de cada persona. Es en este lugar en dónde podemos
aprender a desplegarnos desde quienes somos.
No
es algo sin importancia lo que está en juego: es la base de toda sociedad, la
familia. Se debe transmitir la verdad sobre el hombre y la mujer.
PARA SABER MÁS
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