Declaración de organizaciones de
inspiración católica por un trabajo digno:
«No hay peor pobreza material que
la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo». «El
desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son
inevitables, son resultado de una previa opción social, de un sistema económico
que pone los beneficios por encima de la persona». Son algunas de las palabras
del Papa Francisco sobre el trabajo y su centralidad para la vida de las
personas. De manera reiterada nos lo recuerda el Papa.
El trabajo es medio
imprescindible de realización personal de la propia vocación y reconocimiento
de la sagrada dignidad de las personas. Mediante el trabajo construimos la vida
social y política y contribuimos al Plan de Dios para la humanidad. Si falta el
trabajo, la dignidad humana está herida.
Es, por tanto, ineludible poner
en primera línea de las agendas de nuestras organizaciones la necesidad de un
trabajo decente para todas las personas. Debe estar en la agenda política, en
las agendas de las entidades sociales y empresariales y en nuestras agendas
personales. Y también en las propuestas de nuestra Iglesia.
Con esta finalidad,
representantes de organizaciones de inspiración católica y de congregaciones
religiosas, se reunieron en Roma los días 29 y 30 de abril de 2014 con las
autoridades de la Santa Sede y los líderes de la Organización Internacional del
Trabajo, con el objetivo de colocar explícitamente el trabajo decente para
todas las personas entre los objetivos de desarrollo sostenible en la agenda
post-2015. Estos representantes elaboraron una declaración que, hoy,
organizaciones católicas en España queremos ratificar y hacer nuestra.
Para nuestras entidades, promover
y crear un entorno propicio al trabajo decente es esencial para enfrentar los
desafíos actuales de creciente injusticia social y desigualdad, reforzando al
mismo tiempo la dignidad humana y contribuyendo al bien común. En efecto, no
podemos dejar sin respuesta el sufrimiento humano resultante tanto de
estructuras injustas como del egoísmo de las personas que da lugar a formas de
trabajo precario o mal remunerado, del tráfico de seres humanos y de trabajo
forzado, de variadas formas de desempleo juvenil y de migración forzada.
En España, en Europa y en todo el
mundo, el acceso a un trabajo decente debe ser una meta prioritaria de las
políticas públicas y de las organizaciones sociales, empresariales y
sindicales. Es necesaria la articulación de políticas en España, en la Unión
Europea y en el ámbito de Naciones Unidas de cara a la consecución de este
objetivo. Es urgente la formulación y puesta en práctica de un nuevo conjunto
de objetivos de desarrollo internacionales, junto con unas condiciones de ayuda
y unas políticas económicas.
Afirmamos con el Papa Francisco
que «nuestro sueño vuela más alto. No hablamos solo de asegurar a todos la
comida, o un decoroso sustento, sino de que tengan“ prosperidad sin exceptuar
bien alguno». Esto implica «educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente
trabajo, porque en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el
ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida» (EG 192).
España no es ajena a la creciente
injusticia social, a la creciente desigualdad y a tasas de desempleo muy
superiores a la media europea. Por esto, nos comprometemos a trabajar con las
distintas organizaciones que promueven el trabajo decente:
• Apoyando y difundiendo eventos
relacionados con la defensa del trabajo decente en España y en el mundo.
• Visibilizando y denunciando en
los diferentes medios de comunicación la situación de desigualdad en el acceso
al trabajo decente y la pérdida de derechos laborales y sociales que esto
supone.
Cáritas, CONFER, HOAC, Justica y
Paz, JEC, JOC ( 5 de Mayo de 2015)
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