De
la mano de tres españoles, Santiago Requejo, Joaquín de los Ríos y Bosco
Ybarra, nació hace cinco años may feelings, una red social cuyo lema es rezar para
cambiar el mundo.
¿Cómo
es posible que en un mundo lleno de redes sociales, todavía haya gente que se
sienta sola?
Esta
es la pregunta que se hicieron los autores y la motivación para crear esta red
social. May Feelings es un lugar de encuentro entre personas que necesitan que
recen por ellas y aquellas otras dispuestas a rezar por las peticiones de las
primeras. May Feelings ha tomado algunas ideas de otras redes sociales
generalistas y se articula sobre una serie de conceptos básicos.
Así
funciona May Feeling:
May
Feelings requiere registro. Es
necesario consignar en un formulario algunos datos personales: Nombre y
apellidos, nombre de usuario, correo electrónico, contraseña y fecha de
nacimiento. En el portal se especifican claramente los Términos y condiciones
de uso, así como la Política de privacidad.
Detrás
de May Feelings hay una sociedad limitada correctamente identificada conforme a
la legislación española. Más allá de los aspectos legales, el proyecto está
financiado por sus creadores sin otra ayuda por el momento que la de sus
ahorros. El portal está disponible en cinco idiomas: español, inglés,
portugués, italiano y francés.
Las
piedras angulares de May Feelings:
-
Pray box, el lugar donde expresamos
nuestras peticiones con una longitud máxima de 259 caracteres.
- Mis
cinco: un sistema que distribuye cada petición a cinco miembros de la red
de forma aleatoria y única. Selección que cambia cada 24 horas.
-
Botón
pray: Cuando se pulsa, se adquiere el compromiso de orar por la petición
concreta de una persona.
- Now
praying, es el equivalente al concepto ‘trendin topic’ de Twitter, y
permite conocer por qué peticiones está rezando la gente.
-
Los 10 más rezados: Un historial de las 10
peticiones que más calado han tenido en la red social.
Como
declaran los autores y citando su propio ejemplo, comprobar que 280 personas
están rezando por nosotros tiene un fuerte impacto psicológico. Salvando las
distancias y con perdón por la analogía, es similar a recibir 280 “Me gusta”,
pero con una carga emocional superior. Es sencilla de manejar, práctica y enfocada
para lo que fue creada: la oración. En vez de compartir pensamientos, videos o
imágenes, en la página uno ofrece intenciones por las que quiere rezar y, al
hacerlo, invita a los demás a unirse a su oración. De esta manera, se crea una
cadena de personas que dedican parte de su tiempo en internet para unirse a
Dios y a los demás en esas súplicas a lo alto. Está siendo sorprendente el
resultado de esta red que nos une a todos.
Actualmente
may feelings tiene, además de su página web http: //www.mayfeelings.com, aplicaciones en Apple y en Android,un canal
en youtube y un documental que acaba de salir en dvd, Os dejo algunos videos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario