EL RINCÓN DE FERNY

lunes, 18 de noviembre de 2013

SONETO ANONIMO PRECIOSO



EL ALMA REDIMIDA QUE ANSÍA AL AMOR REDENTOR.

NO ME MUEVE MI DIOS


No me mueve, mi Dios, para quererte, 
el cielo que me tienes prometido, 
ni me mueve el infierno tan temido 
para dejar por eso de ofenderte.



Tú me mueves, Señor, muéveme el verte 
clavado en una cruz y escarnecido, 
muéveme ver tu cuerpo tan herido, 
muévenme tus afrentas y tu muerte.



Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera 
que aunque no hubiera cielo yo te amara, 
y aunque no hubiese infierno te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera, 
porque, aunque lo que espero no esperara, 
lo mismo que te quiero te quisiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario