El cristiano cree que el mundo, todo lo que existe es creado por Dios. Que no es producto del azar o de un destino ciego. Dios crea con sabiduría y orden.
La admiración que siente el ser humano ante la naturaleza, cuando la contempla, es como un gran reclamo que le hace sumergirse a través de la belleza, el orden y la armonía en el gran misterio de la Vida.Desde antiguo ha sido como una ventana abierta al misterio de Dios. La belleza de la creación refleja la belleza y grandeza de Dios.
Vista de este modo la creación todo lo creado está unido por un vínculo fraternal. El sol, la luna ... el hombre y éste como hermano responsable no solo ha de contemplarlos, sino debe amarlos como ama a un hermano.
Gracias a la inteligencia, con la que Dios ha dotado al ser humano, puede descubrir el mensaje que Dios ha dejado encerrado en la creación, para dirigirla y conservarla.
Los animales, las plantas y todo lo que existe ha de ser respetado y no puede ser excluido de las exigencias éticas y morales. Se le puede domesticar, utilizar como medio de alimentación,.... pero es indigno que se invierta en ellos grandes sumas de dinero cuando podría ser utilizado para ayudar a seres humanos pobres y necesitados.
La naturaleza no es solo nuestra hermana, es también nuestra madre, pues de ella proviene nuestro sustento. Nos sobran razones, por lo tanto, a todos los creyentes e incluso a los que no lo son, para identificarnos con todo lo creado. Sentirnos uno con todo lo creado.
Añado un pequeño material para profundizar sobre éste tema:
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