Nada
te turbe,
nada
te espante,
todo
se pasa,
Dios
no se muda;
la
paciencia
todo
lo alcanza;
quien
a Dios tiene
nada
le falta:
Sólo
Dios basta.
Eleva
tu pensamiento,
al
cielo sube,
por
nada te acongojes,
nada
te turbe.
A
Jesucristo sigue
y,
venga lo que venga,
nada
te espante.
¿Ves
la gloria del mundo?
Es
gloria vana;
nada
tiene de estable,
todo
se pasa.
Aspira
a lo celeste,
que
siempre dura;
»
fiel y
rico en promesas,
Dios
no se muda.
Ámala
cual merece
bondad
inmensa;
sin la
paciencia.
Confianza
y fe viva
mantenga
el alma,
que
quien cree y espera
todo
lo alcanza.
Del
infierno acosado
aunque
se viere,
burlará
sus furores
quien
a Dios tiene.
Vénganle
desamparos,
cruces,
desgracias;
siendo
Dios tu tesoro
nada
te falta.
Id,
pues, bienes del mundo;
id
dichas vanas;
aunque
todo lo pierda,
sólo
Dios basta.
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