EL RINCÓN DE FERNY

miércoles, 23 de julio de 2014

SACRAMENTOS DE INICIACIÓN: LA CONFIRMACIÓN

Vamos a trabajar, ahora, el sacramento de la confirmación. Brevemente exponemos su significado y su importancia para después profundizar un poco.
El sacramento de la Confirmación es uno de los tres sacramentos de iniciación cristiana. La misma palabra, Confirmación que significa afirmar o consolidar, nos dice mucho.
En este sacramento se fortalece y se completa la obra del Bautismo. Por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a Dios, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose el creyente para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación un cristiano se hace  maduro y podrá llevar una vida cristiana más perfecta, activa y auténtica. Es el sacramento de la madurez cristiana que  hace capaz de ser testigos de Jesús de Nazaret en cualquier circunstancia de la vida.
El día de Pentecostés – cuando se funda la Iglesia – los apóstoles y discípulos se encontraban reunidos junto a la Virgen. Estaban temerosos, no entendían lo que había pasado – creyendo que todo había sido en balde - se encontraban tristes. De repente, descendió el Espíritu Santo sobre ellos –quedaron transformados - y a partir de ese momento entendieron todo lo que había sucedido, dejaron de tener miedo, se lanzaron a predicar y a bautizar. La Confirmación es “el  Pentecostés personal del creyente”.

INSTITUCIÓN

El Concilio de Trento declaró que la Confirmación era un sacramento instituido por Jesús, ya que los protestantes lo rechazaron porque - según ellos - no aparecía el momento preciso de su institución. Se sabe que fue instituido por Cristo, porque sólo Dios puede unir salvación a un signo externo.
Además encontramos en el Antiguo Testamento, numerosas referencias por parte de los profetas, de la acción del Espíritu en la época mesiánica y el propio anuncio de Jesús  de una venida del Espíritu Santo para completar su obra. Estos anuncios indican un sacramento distinto al Bautismo. El Nuevo Testamento nos narra cómo los apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de Cristo, iban imponiendo las manos, comunicando el Don del Espíritu Santo, destinado a complementar la gracia del Bautismo. “Al enterarse los apóstoles que estaban en Jerusalén de que Samaria había aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan. Estos bajaron y oraron por ellos para que recibieran al Espíritu Santo; pues todavía no había descendido sobre ninguno de ellos; únicamente habían sido bautizados en nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían al Espíritu Santo”. (Hech. 8, 15-17;19, 5-6).

EL SIGNO: LA MATERIA Y LA FORMA

Dijimos que la materia del Bautismo, el agua, tiene el significado de limpieza, en este sacramento la materia significa fuerza y plenitud. El signo de la Confirmación es la “unción”. Desde la antigüedad se utilizaba el aceite para muchas cosa: para curar heridas, a los gladiadores de les ungía con el fin de fortalecerlos, también era símbolo de abundancia, de plenitud. Además la unción va unida al nombre de “cristiano”, que significa ungido.
La materia de este sacramento es el “santo crisma”, aceite de oliva mezclado con bálsamo, que es consagrado por el Obispo el día del Jueves Santo. La unción debe ser en la frente.

La forma de este sacramento, palabras que acompañan a la unción y a la imposición individual de las manos “Recibe por esta señal de la cruz el don del Espíritu Santo” (Catec. no. 1300). La cruz y su siginicado es el arma con que cuenta un cristiano para defender su fe.

PARA PROFUNDIZAR:

PRESENTACIÓN






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