La definición del dogma de la Inmaculada Concepción fue llevada cabo el 8 de diciembre de 1854. Aunque es un dogma relativamente reciente, tiene una larga historia y tradición en la historia la Iglesia, ya que desde antiguo consideraban esencial esta definición: que la Madre de Dios fue preservada sin pecado original y sin otro pecado desde el primer instante de su concepción. Ese saludo del ángel “llena de gracia” es considerado ya desde los Padres de la antigüedad y por los fieles la muestra de que María fue preservada de toda mancha.
Esta doctrina ha estado muy presente en los fieles de España, que la tienen como patrona. No solo en su devoción sino en la vasta riqueza literaria y poética.
Como ejemplo comparto este sonetillo y traductor actual del poeta Bruno Moreno Ramos.
El poeta describe la iconografía clásica de la Inmaculada según nos cuenta el Apocalipsis “una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap 12,1).Esta imagen remite a la maldición del Génesis sobre la serpiente “pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre su descendencia y la suya, esta te herirá en la cabeza” (Gn 3,15).
Mirad hoy, resplandeciente,
A la Reina celestial,
Mirad cómo tiembla el mal
y se esconde la serpiente.
Vestida de sol ardiente,
La luna por pedestal
y, cual corona nupcial,
Doce estrellas en la frente.
Es la Sierva y la Señora,
La Virgen profetizada
Del Sol naciente la Aurora.
Viene de gracia colmada,
Pero su Hijo, en buena hora,
Quiso hacerla Inmaculada.
Tomada de la selección de poesía religiosa realizada por Yolanda Obregón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario