El presidente de la Comisión Europea se reunió este jueves con los obispos de la UE. Durante el encuentro, Jean-Claude Juncker se definió como «un ferviente defensor de la doctrina social de la Iglesia. Es una de las enseñanzas más nobles de nuestra Iglesia». Sin embargo, «todo esto es parte de una doctrina que Europa no aplica con la suficiente frecuencia». Por ello, concluyó, «me gustaría que redescubriéramos los valores y los principios rectores de la enseñanza social de la Iglesia»
Con motivo de la Asamblea de Primavera de 2019 COMECE, los obispos de la UE recibieron este jueves 14 de marzo al presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker junto al que repasaron la actualidad europea, desde las elecciones hasta la migración, la demografía, el calentamiento global o el desarrollo tecnológico.
Ante todos estos «desafíos que nuestro continente y nuestra gente deben enfrentar», los obispos europeos reafirmaron el compromiso de la Iglesia y destacaron «la necesidad de combinar los esfuerzos de todas las personas de buena voluntad para servir mejor al bien común, colocando a la persona humana en el centro de las políticas públicas de la UE».
Asimismo, los prelados expresaron la necesidad de promover un contexto europeo de diálogo para descubrir oportunidades detrás de los desafíos, proponiendo soluciones efectivas para el bienestar de todos los que viven en la Unión Europea.
Nuevo impulso a la construcción europea
Durante la reunión –«expresión concreta del diálogo abierto, transparente y regular entre las instituciones de la UE y las iglesias»–, Juncker y los prelados también conversaron sobre la próxima cita electoral. En este sentido, los jerarcas católicos «recordaron la responsabilidad de los ciudadanos de la UE de ejercer su derecho y cumplir con su deber de votar, dando un nuevo impulso a la construcción europea». Los resultados electorales «condicionarán las decisiones políticas que impactan nuestra vida cotidiana durante los próximos 5 años».
Por su parte, Jean-Claude Juncker se definió como «un ferviente defensor de la doctrina social de la Iglesia. Es una de las enseñanzas más nobles de nuestra Iglesia». Sin embargo, «todo esto es parte de una doctrina que Europa no aplica con la suficiente frecuencia». Por ello, concluyó, «me gustaría que redescubriéramos los valores y los principios rectores de la enseñanza social de la Iglesia».
J. C. de A.
TOMADO DEL SEMANARIO ALFA Y OMEGA
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