EL RINCÓN DE FERNY

martes, 17 de febrero de 2015

PELÍCULA AHORA O NUNCA

Una pareja de enfermos terminales de cáncer, de caracteres y mundos completamente opuestos, entablan amistad. Edward Cole es un engreído millonario mientras que Carter Chambers es un modesto mecánico. A pesar de todo, deciden emprender juntos un último viaje para poder hacer, antes de morir, todas las cosas que siempre han deseado.
La película nos ofrece una reflexión sobre el sentido de la vida a partir de la experiencia de dos enfermos de cáncer en fase terminal. En este sentido el comienzo de la película se nos presenta ya como una reflexión sobre el valor de la vida: preguntas como ¿por qué y para qué vivir?, ¿Cuál es el valor de la vida? ¿Dónde encontrar la felicidad en la vida? Se nos presentan por medio de dos maneras diferentes de plantearse la existencia, pero que se encuentran sufriendo una misma situación: el cáncer:
“Uno, Edward, es millonario, es el mismísimo dueño del hospital, un ser solitario aunque se haya casado en varias ocasiones, una persona excéntrica y arrogante. Carter, el otro, trabaja como mecánico, es callado, modesto, querido por su familia, y está casado desde hace más de 40 años con la misma mujer. Un buen día se enteran que les queda poco tiempo de vida. En ese momento se plantea una pregunta ¿qué hacer ante una situación límite así: dedicarse a disfrutar lo que queda o destinar ese tiempo a resignarse a morir pronto? A esta pregunta le sigue otra más  personal: ¿qué haría yo en una situación parecida?... Pero ellos mismos se darán cuenta de que no importa lo que hagas sino con quién compartes esos momentos inolvidables. Su amistad se convierte en su verdadero descubrimiento. El amor que surge entre ellos es más fuerte que su final. Descubrirán lo que es para ellos la felicidad”.
Sí, al final descubrirán que lo que buscaban estaba más cerca de lo que creían. Carter redescubre su mujer Virginia y su familia. Y Edward, su hija. Es ahí donde encuentran la felicidad, en las relaciones con las personas.
 Hay una evolución en ellos. Edward es un sibarita egocéntrico y materialista. En Carter encontramos una espiritualidad. Cuando reflexionan sobre la fe, Edward reconoce que no cree en nada: “vivimos, morimos y la noria sigue girando”.  Pero Carter sólo puede dar el testimonio de su fe: “sólo tengo fe”. Algo suficiente para situarse de otra manera ante la vida, la enfermedad y la muerte. Carter, además, reflexiona y hace reflexionar a Edward sobre el sentido de la vida y de la muerte. Son interesantes las dos preguntas que  plantea ¿has encontrado la felicidad en tu vida?, ¿la has proporcionado a los demás?...

En la película  encontramos multitud de valores  como el sentido de la vida, la felicidad, el ayudar a los demás, la fe, la reconciliación, el cambiar a mejor, la amistad y el amor. Nos sitúa ante la muerte  para  que reconozcamos  y descubramos lo verdaderamente importante de la vida y nos cuestiona si la   vida que llevamos vale la pena  y  la vivimos con un valor profundo. Nos abre a la esperanza y a la eternidad.
Se puede trabajar al final de la ESO o ,fundamentalmente, en bachillerato al plantear la cuestión sobre el sentido de la vida.


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