EL RINCÓN DE FERNY

miércoles, 23 de julio de 2014

SACRAMENTOS DE CURACIÓN: LA RECONCILIACIÓN

Vamos, ahora, a profundizar en otros sacramentos, los sacramentos de curación. Una de ellos es el sacramento de la Reconciliación. Pero antes de hablar en profundidad es necesario tener en cuenta unas cuestiones previas.
DIOS ES AMOR. HABLAR DE DIOS ES HABLAR DE SU BONDAD Y DE SU MISERICORDIA.
Por Amor  Dios ha creado todo cuanto existe,  nos adoptado como hijos  y redimido por la Pasión de su Hijo. El fruto de ser amaso es corresponder con amor. Dios espera  nuestra adoración, agradecimiento, etc. Amor con amor se paga.
EL PECADO ES SOBRE TODO DES-AMOR
Es siempre un desorden (nos separa del fin para el que hemos sido creados); es siempre una desobediencia (a la legítima autoridad de Dios); es siempre un menosprecio de la Pasión y Muerte de Cristo, que sufre por y para la salvación de los hombres. Pero, sobre todo, es desamor, ingratitud, pobreza de corazón, falta de correspondencia amorosa al Amor que Dios que constantemente muestra a sus criaturas. Pero Dios es siempre fiel, no  abandona y, a pesar de los pesares, ha dispuesto los medios para alcanzar su perdón y vivir su misma Vida, el arrepentimiento, el sacramento de la Reconciliación  y de la alegría. "Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia (el perdón)" (Romanos, 5, 20).
NECESIDAD CONSTANTE DE CONVERSIÓN
Somos criaturas autónomas: libres. Dios ha querido correr el riesgo de nuestra libertad. Dios no se impone, pero no somos seres independientes de Dios, le pertenecemos. Hemos de reconocer su Presencia y su condición de Creador y Padre. La auténtica libertad no es hacer lo que nos da la gana, sino hacer lo que debemos hacer porque nos da la gana, por Amor.
Para recorrer este camino hemos de comenzar por reconocer que nos equivocamos, que somos  pecadores y  necesitados de Perdón.
La vida cristiana se cimienta sobre el deseo eficaz de recuperar, conservar e incrementar el estado de amistad con Dios.
El principio indispensable para comenzar y recomenzar es "limpiar fondos": hacer un buen y sincero arrepentimiento. Todo lo demás adquiere sentido y se consolida a partir de la reconciliación con Dios.

En el sacramento de la Reconciliación además el creyente recibe la gracia, la fuerza, necesaria para luchar y poder vencer la debilidades.

PARA PROFUNDIZAR:

PRESENTACIÓN







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