A la
muerte de su esposa, el señor Brown, debe encargarse de la educación de sus siete hijos. Éstos son
un hatajo de diablillos, que han colmado la paciencia de todas las niñeras que
han tenido hasta ahora. La última huyó despavorida, después de que los pequeños salvajes consiguieran hacerle
creer que se habían comido al más pequeño de todos. Para colmo de males, la tía
del señor Brown, una anciana gruñona que les pasa una pensión, le amenaza con
echarle de su casa si no cumple con una condición.
De
pronto aparece en la puerta de los Brown, como por arte de magia, Nancy McFhee,
una mujer de aspecto detestable. Aceptará el poco apetecible puesto de niñera,
a condición de librar los domingos por la tarde; y enseñará a los chicos, con
métodos inesperados, cinco lecciones: Irse a la cama cuando se les dice, levantarse
cuando se les dice, vestirse cuando se les dice, saber escuchar y obedecer en
todo. En realidad, la niñera no les dice lo que deben hacer, sino que deja que
lo aprendan ellos mismos colocándolos en situaciones extremas.
Esta
película nos habla de lo importante que son las normas en nuestra sociedad para
que todos convivamos en armonía. De los valores que adquirimos cuando asumimos
las responsabilidades, de la familia, de la obediencia… y cómo desde el amor y
el cariño hacia los demás crece la belleza que cada uno tenemos en nuestro
interior.
Esta
película puede ser interesante trabajarla en los últimos años de primaria o en
1º de la ESO.
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