Parece
mentira pero todavía hay gente que quiere quitar la religión de la escuela.
Muchos sabemos de la importancia de conocer nuestras raices (critianas),
nuestra cultura y tradiciones. Eso que muchos millones de personas extranjeras
vienen a ver y disfrutar cada año: iglesias, catedrales, monasterios, caminos
religiosos y culturales, cuna de grandes santos, la Semana Santa de muchas
ciudades, las fiestas patronales, pinturas y esculturas religiosas... Nosotros, en cambio, a borrar... que se
oculte, que se ignore toda nuestra herencia cultural, que no quede nada. Mejor
ser ignorantes que saber de cultura religiosa y mantener esos "rancios
valores". Menos mal que de vez
en cuando saltan voces como las de los profesores de arte. Este artículo se
acaba de publicar en ABC. Lo firma Esther Armona y es muy recomendable para
todos, creyentes o no.
ESTE
«EMPOBRECIMIENTO CULTURAL» LES PASA FACTURA «A LA HORA DE CURSAR ESTUDIOS
RELACIONADOS CON LAS HUMANIDADES»
Miran al "Pantocrator" y lo
reconocen pero a la hora de definirlo aparece el bloqueo. Los alumnos que
llegan a la universidad tienen «auténticas lagunas» en cultura religiosa.
Profesores de Historia del Arte de diversas universidades españolas lo
suscriben y expresan a ABC su «preocupación» por el creciente «analfabetismo
religioso» de los estudiantes que acceden a la enseñanza superior. Este «empobrecimiento
cultural» les pasa factura, según apuntan, «a la hora de cursar estos estudios
u otros relacionados con las humanidades».
Algunos
de los docentes consultados atribuyen ese déficit a la progresiva pérdida de
peso de la asignatura de religión católica en colegios e institutos. Otros,
mantienen que el desconocimiento en esta materia «es generalizado» y no refiere
solo a la religión católica por lo que piden que se refuercen los conocimientos
en cultura de religiones en la etapa de educación obligatoria. En Cataluña,
donde la asignatura tiene una presencia casi residual, la situación es
especialmente acuciante.
El
Consejo Asesor para la Diversidad Religiosa de la Generalitat de Cataluña, un
órgano independiente integrado por expertos religiosos de reconocido prestigio
que preside el teólogo y filósofo católico Francesc Torralba, miembro del
Consejo Pontificio para la Cultura, presentó en 2014 al Gobierno catalán un
informe en el que formula, entre otras cuestiones, la necesidad de que la
escuela deba «combatir el analfabetismo simbólico y religioso que imposibilita
la comprensión de las obras culturales [...] y a trabajar activamente para
deshacer prejuicios».
«El
informe pide a la Generalitat que actúe ante un hecho que resulta evidente y
negativo, y que no es exclusivo de Cataluña: de la progresiva desaparición de
la cultura religiosa en la escuela», apunta en declaraciones a ABC Josep Miró i
Ardèvol, presidente de E-Cristians. A su juicio, esta situación, «que es celebrada
desde determinadas perspectivas políticas como algo positivo es en realidad un
desastre».
OTRA
«CENSURA CULTURAL»
«Nosotros
somos depositarios de una tradición cultural cuyo grueso está formado
precisamente por el cristianismo. En todos los órdenes, en el de las ideas,
pero también en el de las artes plásticas o la música. Es imposible entendernos
a nosotros mismos culturalmente, es decir nuestro significado, sin esta gran
referencia al cristianismo. Por lo tanto, cuando se liquida la educación religiosa,
se está practicando un nuevo tipo de censura cultural que pagan los alumnos y,
a través de ellos, la sociedad», añade Miró i Ardèvol.
El
responsable de E-Cristians está convencido de que «la lucha emprendida en
muchos centros para expulsar la idea de Dios se traduce en mayores dificultades
educativas porque se cierra la posibilidad de educar en la dimensión de la
trascendencia a los alumnos». «Cuando nos preguntamos sobre el fracaso escolar
en España, hay que reflexionar también sobre esta variable, porque no es un
dato menor que los centros religiosos y los alumnos que lo son obtengan mejores
resultados», añade Miró i Ardèvol, quien denuncia que la asignatura de religión
católica "ha sido absolutamente liquidada en la escuela pública".
Su
opinión la comparten otros muchos profesores de primaria y secundaria
consultados por este diario, que han visto desde su experiencia cómo la materia
iba perdiendo peso específicamente con el paso de los años. Es el caso de Toni
Romaguera, que imparte religión en Primaria. "Hay campañas encubiertas en
los centros para boicotear la asignatura", apunta. "Oficialmente la
ofrecen en la preinscripción porque es una materia de obligada oferta, aunque
en las jornadas de puertas abiertas declaran el centro laico y la desaconsejan",
denuncia el profesor. Él y otros compañeros suyos que enseñan la asignatura
reconocen que "está estigmatizada".
"Lo
que hay es una beligerancia contra cualquier atisbo de idea religiosa",
afirma Miró i Ardèvol. "Es más fácil que un alumno sepa qué es el Ramadán
que conozca el sentido de la Cuaresma", denuncia Romaguera. Recuerda que
la materia es de obligada oferta por parte de los centros, aunque voluntaria
para las familias y que con la reformulación del currículo de la Lomce pasa a
computar en la media final del curso.
EFECTOS
ADVERSOS
Ese
creciente "analfabetismo religioso" topa con el filtro de la
universidad. Profesores de Historia del Arte han visto como en esos últimos
años el desconocimiento sobre la materia ha ido en aumento y advierten a este
diario sobre sus posibles "efectos adversos".
La
profesora de Historia de la CEU San Pablo, Sirga de la Pisa, relaciona este
empobrecimiento con el hecho de que cada vez menos colegios e institutos
imparten la asignatura. «Si, por supuesto, está directamente relacionado con
esto». También lo vincula «directamente» con la manera de enseñar la religión
«que no da importancia a la historia sagrada, a las vidas de los santos y a la
historia de la iglesia».
«También
es revelador de una falta de cultura general que se observa, producto de las
últimas reformas en los planes de estudio en los colegios, donde se ha reducido
la presencia de asignaturas de Humanidades en general», añade Sirga de la Pisa.
Por
su parte,Teresa Vicens, profesora de Historia del Arte de la Universidad de
Barcelona, constata también el empobrecimiento en "conocimientos básicos
de religión" de los alumnos que llegan a su clase. "Estos
conocimientos deberían ser, como mínimo, paralelos a los de mitología
clásica", afirma la profesora. Vicens aboga por dejar el
"adoctrinamiento religioso" para "el ámbito privado o
familiar" y enfocar el hecho religioso "como un aspecto más de la
cultura". "Es decir, si queremos ver muestras de, por ejemplo, celos,
deberíamos tener presentes los bíblicos Caín y Abel o la tan engañada Hera
olímpica; y, si queremos entender el amor filial, la relación entre Jesucristo
y María o entre Deméter y Perséfone y el mito de las estaciones del año",
añade la experta.
Teresa
Vicens defiente que en los últimos cursos de Primaria y durante la ESO "
se vayan introduciendo estos conocimientos básicos para, más adelante, poder
comprender este hecho en su dimensión más global". "Ciertamente,
muchas escuelas no enseñan religión, pero tampoco enseñan cultura clásica y los
dos componentes son imprescindibles para una buena formación humanística",
remarca la docente.
Fuente:
http://www.abc.es/sociedad/20150420/abci-anafabetismo-religioso-universidad-catalana-201504191827.html
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