Los hijos de padres
religiosos están mejor educados y ajustados que otros, así lo indica un
estudio. Este es la primera pesquisa en examinar los efectos de la
religión en el desarrollo de los niños.
John Bartkowski, profesor de sociología en
la Universidad de Mississippi, coordinó un equipo que entrevistó a
padres y profesores de más de 16.
Se analizaron temas como el
auto-control, la frecuencia en que ellos demostraban mal comportamiento,
la tristeza, el respeto y el trabajo en armonía con los demás.
También se hizo un análisis de la
frecuencia en que los padres con sus hijos niños participan en las
reuniones religiosas, conversación acerca de esta. Se demostró que los
progenitores que hacen esto con sus hijos, estos demuestran más
autocontrol, poseen mejores habilidades sociales y más habilidades de
aprendizaje que los niños con padres no religiosos.
En la evaluación, los padres que participan
regularmente en las reuniones religiosas y hablan a menudo con sus
hijos acerca de la religión, sus hijos mostraron más moderación, mejores
habilidades sociales y un mejor aprendizaje que los niños con padres no
religiosos.
Pero cuando los padres discutían acerca de
la religión, los niños eran más propensos a tener más problemas. “La
religión puede tener un efecto negativo si la fe es una fuente de
conflicto o tensión en la familia”, señaló Bartkowski.
El sociólogo cree que la religión puede ser
buena para los niños, por tres razones. En primer lugar, las
comunidades religiosas ofrecen apoyo social a los padres, permitiéndoles
mejorar sus habilidades como padres. Los niños que participan en estas
comunidades reciben los mismos mensajes que escuchan de sus padres. El
hecho de que se ven reforzados por otros adultos contribuye a tomar “más
en serio los mensajes que reciben en casa”.
En segundo lugar, los valores y las normas
que se enseñan en las congregaciones religiosas tienden a ser un
sacrificio personal por el bien de la familia, resume Bartkowski. Esto
puede ser muy importante en la configuración de la relación de padres e
hijos.
Por último, las organizaciones religiosas
ayudan a los padres a ver un propósito mayor (sagrado) en la crianza de
los niños, dando más sentido al significado de la vida.
El sociólogo W. Bradford Wilcox, de la
Universidad de Virginia, que no participó en el estudio, está de
acuerdo. Annette Mahoney, una psicóloga de la Bowling Green University
en Ohio, quien no participó en la investigación, cree que son necesarias
más investigaciones sobre el tema. “¿Qué elemento de la religión y la
espiritualidad se diferencia de los incentivos ofrecidos por las
organizaciones seculares? Esto sigue siendo un misterio”, dijo
El material de Bartkowski, fue publicado en
la revista Social Science Research. También dice que tiene la intención
de hacer una comparación entre las denominaciones con respecto a sus
efectos en los niños.
“En general, yo no sé si los niños
evangélicos se comportan mejor que los niños católicos o los hijos de
los judíos”, resume. Pero señala que también existe un lado negativo:
“Hay ciertas expectativas sobre el comportamiento de los niños dentro de
un contexto religioso. Estas expectativas pueden frustrar a los
padres”. Esto generaría conflictos en otros aspectos en la vida familiar
cuando los niños crecen.
Traducido y adaptado por NoticiaCristiana.com de Live Science
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